Editorial del 28 de marzo de 2012

Definitivamente al ministro de Justicia le pasa algo. O no le pasa nada nuevo, pero hasta ahora no le había pasado en público.

Ya sabrán que ayer , en el Senado, el señor Ruiz Gallardón dijo que tener hijos es lo que convierte a una mujer, en una auténtica mujer. Frase que es intelectualmente del mismo nivel de otras conocidas, al menos por nuestras abuelas, como la de que un hombre debe oler a gasolina, tabaco y sudor. O como aquella otra que afirmaba que los hombres se hacían en la mili.

La tentación es pensar que el ministro no piensa en lo que dice -cosa peligrosa para tener tan alto cargo-. O bien que lo dice sabiendo el tsunami que viene a continuación, en cuyo caso alguien en Génova debería contarle que todo suma para perder elecciones. Como le ha dicho una diputada, “ni una mujer es menos mujer por no tener hijos, ni un hombre es más inteligente por ser ministro”. Permítanme terminar con una frase prestada.

Luego les digo quién la firma: “Para llegar a ser un joven y moderno reaccionario, como al parecer es su objetivo político, al ministro Gallardón le falta fuste. No fusta, fuste. Su alusión a la mujer-mujer, es de los tiempos baratos y humillantes del café, café”.


Política de Privacidad Política de Cookies © 1998-2024 juliaotero.net