Editorial del 25 de enero de 2010

La mafia protege de sí misma a todos aquellos negocios o establecimientos que tienen a bien pagar, por las buenas, por esa protección. Al que no paga, se le quema la tienda hasta que entra en razón.

Este proceder nos ha venido a la cabeza cuando esta mañana hemos conocido las advertencias de la principal asociación de controladores aéreos, APCAE. Quejosos de que el ministro Blanco, les ha colocado en la diana de muchos ciudadanos que ya les consideran el enemigo público número 1, dicen los controladores que “ se avecinan meses muy duros para todos, porque ésto no ha hecho más que empezar”.

Para que quede claro que ya saben por dónde se romperá la costura antes del tirón, añaden que “sin un nuevo convenio colectivo y sin horas extras, cuando llegue Semana Santa caerá sobre ellos la sospecha de una huelga encubierta". Pero aunque lo parezca no será eso, como no lo fue en Navidad.

El pasado viernes, Josep Piqué, el ex ministro y presidente ahora de Vueling pronosticaba que ésto se pondría feo y que todas las compañías deberían aguantar el tirón y no ceder. “Hay que apoyar en ésto al ministro Blanco”, dijo.

Veremos quién gana la partida. No imaginamos al ministro de fomento haciendo un remake de aquella película de Reagan. El presidente norteamericano, en pleno agosto del 81, despidió tras 5 días de huelga a miles de controladores. En su lugar, personal militar se ocupó del control aéreo americano. No se ha vuelto a registrar un problema con el sector.