Editorial del 2 de noviembre de 2009

Hace dos horas ha muerto en Madrid José Luis López Vázquez. Tenía 87 años y una filmografía que, en cantidad, ningún otro actor español puede igualar. No hay en el cine y el teatro nadie tan prolijo en los 60 años de carrera actoral.

José Luis fue durante décadas el más fiel reflejo del español bajito, feucho y con hambre sexual atrasada. Protagonista de un puñado de películas en la época del destape –qué bonito nombre, por cierto- baste como ejemplo la de “Zorrita Martínez”, López Vázquez aprovechó todas las ocasiones anteriores y posteriores a la década más cutre del cine español, para demostrar una categoría fuera de toda duda. El Pisito, El verdugo, La Cabina, Mi querida señorita, Atraco a las 3...

Tenía todos los premios, el reconocimiento general, y ha muerto en su cama a los 87 años. Hoy, que se ha ido quiero darle públicamente las gracias por haberme concedido la primera entrevista que hice en mi vida. Señor López Vázquez, le dije,“no tengo ninguna experiencia, voy a hacerle la primera entrevista de mi vida”. Con infinito sarcasmo me contestó: “pues ya es mala suerte para los dos”.


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