Editorial del 29 de octubre de 2009

Hoy puede ser un gran día para Barak Obama. En el tercer trimestre del año, tras un año y medio de retroceso en la economía, Estados Unidos ha salido oficialmente de la recesión. La economía americana ha crecido, incluso por encima de las previsiones más optimistas. Un 3.5 % de crecimiento es el resultado de la confianza de los americanos en su país. No en vano se ha recuperado el consumo y la compra de vivienda, sin olvidar el papel fundamental que ha jugado el gasto público en un país que siempre receló de la intervención del Estado en la economía.

Decíamos que será un gran día para Obama porque las acusaciones de izquierdista peligroso que le llovían desde los sectores más ultramontanos del partido republicano, han tenido hoy su castigo en las cifras del PIB. Si sigue siendo válido aquello que le espetó Clinton a Bush padre, “es la economía, estúpido”, o sea, “es el bienestar lo que interesa a los ciudadanos”, entonces Obama se acaba de apuntar un éxito en toda regla.

Si en términos económicos, siempre se dijo que el resfriado americano acaba en gripe europea, esperemos que su salud acabe por inyectarnos vitaminas.