Editorial del 8 de julio de 2009

Dentro de dos semanas 3000 delincuentes machistas, esos tipos repugnantes que son capaces de la bajeza y delito de agredir a sus mujeres, podrán llevar pegado a la muñeca o al tobillo un GPS que controle sus movimientos. El localizador se impondrá por orden judicial y enviará toda la información a un centro de control en el que agresor y víctima estarán siempre localizados en tiempo real.

El anuncio lo ha hecho el Gobierno esta mañana y para visualizar su importancia, han comparecido juntos AÍDO, RUBALCABA Y CAAMAÑO. Tres ministros y 5 millones de euros como partida presupuestaria. Puede parece mucho dinero pero apenas alcanza al 10% del total de órdenes de alejamiento. Ahí reside el sentimiento de impotencia que provoca la delincuencia machista: no hay GPS, ni policía, ni nada que pueda proteger a las miles de mujeres machacadas por la violencia de unos tipos cuya cobardía e iniquidad están a la altura del daño que infligen.

Todo lo que se haga al respecto es bienvenido aunque todo será siempre insuficiente.


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