Entrevista realizada el 23 de julio de 2004

P. ¿Qué balance haces de esta cuarta temporada de La Columna?

R. El balance sólo puede ser bueno. Hemos hecho doscientos programas pegados a la actualidad en un año especialmente politizado, sobre todo en Cataluña. Aquí hemos vivido cuatro procesos electorales en poco más de un año y todos los cambios se han vivido intensamente en la sociedad y en los medios de comunicación. La Columna, lejos de huir de los contenidos políticos y sociales a los que los programas de la competencia tienen alergia, ha hecho pasar por el plató a todos los protagonistas de esos acontecimientos. Por supuesto no hemos olvidado que el principal pecado de un programa es provocar aburrimiento y por eso hemos intentado que, junto a nuestra vocación de informar, siempre estuviera también la obligación de entretener y divertir.

P. ¿Estás satisfecha con el nivel de audiencia obtenido?

R. Hemos acabado la temporada rozando el 25% del share, lo cual supone repetir liderazgo por tercer año consecutivo. Con todo, lo mejor no es eso. Lo fantástico es haberlo conseguido con unas propuestas y contenidos en los que pocos creían hace cuatro años cuando empezamos.

P. ¿Cuáles crees que han sido las claves del éxito del programa?

R. No tener miedo, ser audaces proponiendo contenidos y personajes supuestamente poco apropiados para la franja horaria. Hemos hecho un programa alternativo y afortunadamente “había agua en la piscina”, es decir, un público que estaba esperándonos. Finalmente entre todos, se crearon circuitos de complicidad muy hermosos.

P. ¿Crees que has conseguido hacer el programa que realmente querías hacer?

R. Nunca uno hace exactamente lo que quiere, por eso sigo trabajando en esto. El reto siempre es aprender, mejorar, buscar caminos... Lo que sí he conseguido, y en los tiempos que corren no es poco, es NO hacer lo que NO quiero hacer.

P. ¿Qué significó para ti recibir tu tercer Ondas por La Columna?

R. Alegría, mucha. Para los más jóvenes del equipo era el primer Ondas y el entusiasmo con que lo recibieron fue tremendamente contagioso. Fue una manera de decirles a los que nos dieron por muertos en el verano del 99, “lo siento, chicos, no sólo gozamos de buena salud sino que además hacemos mucho ruido y nos hacemos notar”...

P. Tu contrato con TV3 finaliza esta temporada. ¿Qué te ha motivado a no continuar con el programa?

R. Lo cómodo hubiera sido seguir. No es fácil bajarse de un barco que circula plácidamente a una buena velocidad de crucero. Pero 800 programas son muchos, diez horas semanales de televisión, también. Responderé con una metáfora: cuando alguien me regala flores, no me gusta apurar los días hasta verlas completamente marchitas. Verlas languidecer hasta el extremo, me entristece. La Columna ha aguantado cuatro temporadas enteras como un ramo recién colocado en el jarrón. Espero que ese sea el recuerdo que permanezca en los que nos han seguido fielmente.

P. En las últimas semanas se ha especulado sobre lo que harás la próxima temporada. ¿Es cierto que vuelves a TVE con un programa semanal? ¿Qué tipo de programa sería?

R. Aún no he firmado el contrato, pero con esa salvedad, parece altamente probable que la próxima temporada haré un programa semanal nocturno en TVE. Será un programa “rarísimo”, tanto que apostaremos por entrevistar a gentes de la cultura, el espectáculo, la ciencia, la política, el deporte... En fin, personas con oficios conocidos y reconocidos públicamente por ellos. Y, además nos reiremos, no de ellos, sino con ellos. No tendremos miedo a la charla seria, ni tampoco a buscar cierta transgresión a través del humor. Quienes han seguido nuestra trayectoria, seguro que saben a qué me refiero.

P. También se ha comentado que podrías compaginar este programa con otro en TV3. ¿Qué nos puedes comentar sobre esto?

R. Estoy absolutamente abierta a esa posibilidad, aunque de momento, TV3 no ha concretado una respuesta. Al menos, no inmediatamente. Quizás a partir de enero podamos encontrar una propuesta que nos satisfaga a todos. Mi idea inicial era un espacio semanal sobre educación sentimental, basado en las experiencias y personajes del excelente serial de TV3, “el cor de la ciutat”. Lo veníamos haciendo ya ahora los viernes. Se trataba de agrandar los objetivos, ser más ambiciosos y buscar un horario adulto para hablar sin cortapisas de todo lo concerniente a la condición humana: pasiones, sexo, celos, amor, venganza, compasión, entendimiento hombres-mujeres... en fin, el proceloso paisaje de lo humano en todas sus manifestaciones. Al menos, en el último trimestre del año, TV3 no lo contempla en su programación. Quizás más adelante.

P. Muchos de tus seguidores esperaban tu regreso a la radio. Se ha comentado que te ofrecieron presentar las mañanas de RNE. ¿Cuáles fueron los motivos por los que rechazaste esta oferta?

R. Todo llegará. La precipitación no suele ser buena compañera de las decisiones. Todo el mundo sabe que las temporadas de radio comienzan los primeros días de septiembre. Mi compromiso y contrato con TV3 finalizaba a mediados de julio. Sólo renunciando por completo a cualquier atisbo de descanso –no hablemos ya de vacaciones- era medianamente posible estar listos para salir al aire en septiembre. En poco más de un mes –y encima ese mes es nada menos que agosto- ningún profesional serio y responsable puede comprometerse a un reto tan grande. Las cosas requieren su tiempo. El recuerdo del programa de radio que dirigí en Onda Cero ha dejado en muchas personas un recuerdo demasiado bueno como para improvisar ahora un regreso sin algunas garantías. Eso, sin contar con lo esencial, esto es, mi hija. Tras una temporada intensa de trabajo ¿alguien cree que renunciaré a mi vida familiar y al más elemental derecho que es el de un mes de descanso? Volveré a la radio. Estoy segura de eso. Pero no de cualquier manera ni a cualquier precio. Pero volveré, y no creo que vaya para muy largo.

Desde aquí queremos expresar nuestro agradecimiento a Julia por el interés y amabilidad que ha tenido para contestar a nuestras preguntas.


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