Entrevista publicada en El Semanal el 31 de julio de 1994
Texto de Tomás García Yebra

Fue en un concurso llamado 3 por 4 cuando se desató la llamada Oteritis. Empezaron a proliferar flequillos a lo Espinete y las portadas de las revistas se llenaron de primeros planos de una mujer que jugaba a la seducción con preguntas perversas. Detrás del éxito en televisión, siete años de trabajo en Radio Miramar. Ahora está al mando de un magazine en la emisora Onda Cero, que es líder de audiencia en las apacibles tardes de la radio.

¿Cuál es el piropo más bonito que le han dicho?

"Has creado un estilo de hacer televisión y ahora de hacer radio". Los fans, como usted ve, son exagerados.

¿A qué le tiene miedo?

Al miedo. No hay sentimiento que atenace y que coarte más las reacciones y la vida misma.

¿Por qué trabaja tanto?

Porque aún no he encontrado la fórmula de hacer -o intentarlo- un buen programa de radio o televisión sin tener que dejarme la piel en ello. ¿ Sabe? Yo creo que no existe.

¿Quizá sea porque tiene la sensación de que, si para, se pueden olvidar de usted?

¿Quiénes, los paparazzis, la prensa del corazón... ? Cuando lo pienso, de lo que tengo ganas justamente es de eso, de pararme.

¿Qué siente cuando en el último momento le llaman varios invitados a su programa y le dicen que no pueden venir?

Primero, quisiera ser Jack el Destripador. Luego pienso que la culpa es mía por no ser cajera de un supermercado.

¿Es tan generosa como en la broma que le gastaron en el programa Inocente, Inocente, donde compartía su premio de lotería con una compañera?

Soy amiga de mis amigos. Siempre seré la primera aliada de la gente que quiero.

¿Le molestó a Alfonso Guerra alguna de las preguntas que le hizo?

Le molestaron algunas. En cambio, a mí me molestaron casi todas las respuestas.

¿Tiene algún refugio particular para escapar del estrés?

Poner tierra de por medio y el mar en el horizonte.

Por cierto, ¿qué tal se lleva con Encarna Sánchez?

La última vez que hablé con ella fue aquel verano en el que algunos medios intentaron machacarla por su vida privada. La llamé para solidarizarme.

¿Es consciente de que muchas mujeres se sofocan cuando Ramón Pellicer aparece en el Telediario?

No me extraña, Ramón es un hombre atractivo, aunque esa no es su mejor cualidad, si la comparamos con el rigor y la seriedad que pone en el trabajo.

¿Cuál es su personaje favorito a la hora de entrevistar?

El que sabe lo que espero de él y no es un tacaño al ofrecérmelo.

¿Y el que más se resiste a la hora de asistir a un programa?

Los políticos cuando consideran que no es apropiado.


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